Análisis |
La revolución silenciosa de los estudios sobre ALC | |
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8 de marzo de 2024. Guo Cunhai (cuarto desde la izq.) junto a invitados chinos y extranjeros en la Escuela de Negocios Internacionales de la Universidad de Zhejiang (ZIBS, siglas en inglés).
19 de octubre de 2019. Celebración de la octava edición del Foro Académico de Alto Nivel China-América Latina en la ciudad de Fuzhou, provincia de Fujian. Fotos cortesía del autor A partir de 1961, los estudios en China sobre América Latina y el Caribe (ALC) comenzaron a prosperar y actualmente se encuentran en un período crítico de transformación desde una “expansión de escala” a un “salto de calidad”. Ante grandes cambios en el mundo no vistos en un siglo, necesitamos urgentemente transformar el paradigma de la producción académica, defender el concepto de “basarse en China, observar a ALC y dialogar con el mundo”, y acelerar la construcción de un sistema teórico de estudios sobre ALC con características chinas. Desarrollo actual Este proceso de más de 60 años ha puesto de relieve una característica notable de los estudios sobre ALC en China, a saber, la rápida expansión en su escala. Con el ascenso de China como potencia mundial y sus relaciones cada vez más estrechas con ALC, se ha producido un auge. En febrero pasado, el número de instituciones de investigación sobre ALC en China aumentó de seis en el año 2000 a 80. Entre ellas, hay 12 instituciones centradas en estudios por países y seis enfocadas en estudios sobre subregiones como el Caribe y los Andes. Además, existen algunas instituciones dedicadas a la investigación en campos profesionales como la civilización y la cultura, la danza y el arte, el derecho, el transporte, la innovación científica y tecnológica y los intercambios culturales. En términos de distribución geográfica en China, estas instituciones de investigación están ubicadas en 19 provincias, municipios y la Región Administrativa Especial de Macao. Asimismo, 29 se encuentran en Beijing, ocho en Shanghai, seis en Shandong, cinco en Guangdong, cuatro en Jiangsu y cuatro en Zhejiang. Esta distribución refleja no solo la amplitud y diversidad de la cooperación actual entre China y ALC, sino también una característica: la “doble tracción” que deriva del interés por la política y el comercio. El incremento de dichas instituciones está estrechamente relacionado con el rápido desarrollo de la especialización en idiomas como el español y el portugués. Para finales de 2024, el número de institutos de educación superior y universidades en China que ofrecían carreras en español y portugués se había incrementado de 12 y cuatro en 2000 a 104 y 43, respectivamente. Este vigoroso desarrollo no solo ha inyectado una nueva vitalidad a los estudios sobre ALC en China, sino que también ha proporcionado un flujo constante de talentos en la materia. Según las estadísticas, el número de personas dedicadas a dichas investigaciones ha crecido de menos de 100 en 2000 a más de 1000 en la actualidad, la mayoría de las cuales nacieron en las décadas de 1980 y 1990. Esta nueva generación de especialistas en los estudios sobre ALC tiene una formación académica relativamente superior. La mayoría de ellos han recibido una formación académica ortodoxa, poseen títulos de doctorado y cuentan con diversos antecedentes disciplinarios. Además, tienen un dominio del inglés y el español o portugués, están capacitados para realizar intercambios académicos internacionales de forma independiente, poseen un gran potencial académico y muchos han estudiado o vivido en países de habla hispana o portuguesa antes de haber iniciado formalmente sus estudios. Reformas que llegan pronto Los estudios sobre ALC en China no solo han logrado nuevos avances tangibles en cantidad, sino que también están experimentando una “revolución silenciosa” en calidad. El “trasplante de conocimientos” fue la estructura original de los estudios sobre ALC en China desde principios de la década de 1960 hasta finales de la de 1970. Los investigadores de este período eran más bien “portadores de conocimiento”, es decir, principalmente importaban y difundían conocimientos existentes desde el extranjero, y su investigación era relativamente débil en cuanto a independencia e innovación. Desde principios de la década de 1980 hasta finales de la década de 1990, si bien los investigadores en nuestro país rompieron con aquella etapa inicial, se apoyaron principalmente en teorías y marcos occidentales para analizar las realidades latinoamericanas y caribeñas, y carecieron de originalidad. Sus manifestaciones típicas se dieron principalmente en los siguientes aspectos. El primero fue introducir las teorías de las ciencias sociales occidentales como herramientas de investigación. En la década de 1980, la teoría del desarrollo y la teoría de la democratización, populares en Occidente, se introdujeron a la comunidad académica china para explicar el desarrollo político, económico y social de ALC. El segundo fue establecer métodos disciplinarios diversificados. Los estudios sobre ALC en China fueron rompiendo la visión política única anterior e introdujeron métodos disciplinarios como la sociología, la economía y las relaciones internacionales, por lo que se desarrollaron hacia una dirección más sistemática y académica. El tercer aspecto fue que el contenido de la investigación se volvió más rico. Estos cambios muestran que los investigadores fueron alejándose gradualmente del modo anterior de narración política y se concentraron en temas más amplios de desarrollo socioeconómico al observar a ALC desde una perspectiva más integral y objetiva. El cuarto aspecto es que la originalidad teórica era limitada. En comparación con la etapa anterior, aunque los estudios se habían vuelto más profesionales, su dependencia de las teorías occidentales condujo a una innovación teórica insuficiente. En el siglo XXI, las investigaciones sobre ALC entraron en una nueva etapa de “exploración de la localización del conocimiento”. Este cambio se debió no solo a las limitaciones de las teorías occidentales para explicar las realidades latinoamericanas y caribeñas, sino también a la inspiración de la “experiencia china” en el desarrollo de ALC. Este proceso se manifiesta en los siguientes aspectos. El primero es la ampliación de los objetos de investigación. Aunque la investigación sobre las relaciones entre China y ALC todavía ocupa un lugar predominante, su enfoque se ha ampliado desde los campos político y económico a cuestiones más amplias como la sociedad, la educación, la tecnología y el medio ambiente. El segundo es la integración e innovación de los métodos. La metodología se ha ido enriqueciendo constantemente al ampliarse desde el análisis político y económico hacia un modelo de investigación interdisciplinario y multimetódico. El tercer aspecto es la práctica de construir un sistema de conocimiento autónomo. Beneficiándose del fortalecimiento de las visiones locales, los investigadores han comenzado a incorporar la experiencia y las perspectivas chinas en sus estudios y se han centrado en explorar el conocimiento y la sabiduría de ALC en los diversos campos. Un sistema con peculiaridades chinas En estos sesenta años, los estudios en China sobre ALC han pasado por tres etapas en cuanto a sus paradigmas de producción: el trasplante de conocimiento, el trasplante de la teoría y la exploración de la localización del conocimiento. Estos cambios reflejan tanto la profundización gradual de la comprensión de ALC por parte de la academia china como la mejora continua de sus capacidades de investigación y los esfuerzos de China por construir un sistema de conocimiento autónomo. Las relaciones cada vez más estrechas entre China y ALC, el surgimiento de una nueva generación de fuerzas y el rápido desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial, sin duda, acelerarán la realización de este objetivo. Los académicos chinos deben estar dispuestos a innovar sus métodos de investigación, sus sistemas teóricos y sus perspectivas de investigación. En primer lugar, debe innovarse la metodología de investigación. De cara al futuro, los estudios sobre ALC deberían lograr una innovación metodológica y centrarse en la integración y la innovación interdisciplinarias. En este sentido, hay dos caminos que pueden ser resumidos en “subir al cielo y bajar a la tierra”. Cuando decimos “subir al cielo”, nos referimos a pedir información a la “nube” y aprovechar al máximo el uso de los datos masivos y la inteligencia artificial. “Bajar a la tierra” significa escribir las diversas tesis conforme a la realidad, y descubrir la verdad y los hechos a través de la investigación de campo y la exploración práctica. En segundo lugar, el sistema teórico debe ser innovado. Para que los estudios sobre ALC tengan una influencia global, no solo necesitan romper con su dependencia de las teorías y métodos occidentales, sino también centrarse en la exploración de la localización del conocimiento, esforzarse por integrar la experiencia de desarrollo, las perspectivas teóricas y las prácticas políticas de China en las investigaciones, y construir un sistema teórico con características chinas. La cooperación en materia de conocimientos entre ambas partes es, naturalmente, parte de la cooperación en materia de conocimientos del Sur Global. No solo puede promover la investigación en ambas partes y la absorción de conocimientos en cada una, sino que también puede ayudar a que las investigaciones sobre ALC avancen hacia el objetivo de la exportación de conocimientos. La Alianza China-ALC del Conocimiento para el Desarrollo, impulsada conjuntamente por instituciones académicas de las dos partes en 2023, es una práctica activa en este sentido. En tercer lugar, es necesario actualizar la perspectiva de la investigación. Durante mucho tiempo, los estudios sobre ALC se han basado en “tomar a ALC como referencia”. Su manera de observar a ALC ha sido lineal y directa, y se la ha considerado como una “isla aislada”, sin mirar los vínculos globales incrustados en ella desde que fuera “descubierta”. Como resultado, lo que vemos es una ALC “unilateral” en lugar de “multidimensional”. En términos de postura y perspectiva, los estudios sobre ALC deben, por supuesto, partir de China, y deben poner a ALC como objeto de observación en una perspectiva más amplia, con una visión tanto latinoamericana y caribeña como mundial. Este 2025 marca el décimo aniversario del funcionamiento oficial del Foro China-CELAC. Las relaciones entre ambas partes han llegado a un nuevo momento clave. La próxima década será una ventana crítica para que los estudios sobre ALC entren en un cambio de paradigma. *Guo Cunhai es investigador del Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales. |
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